Danza Consciente

viernes, 5 de febrero de 2010

La Danza Devocional: Conexión del Alma con Dios


Los Libros Sagrados dicen que cuando una persona toma contacto con Dios, con la Fuente Divina y con Su esencia de Amor; ya sea a través de la oración, de la compañía de un Sadhu (santo), de la cercanía a un sitio sagrado, del vínculo con el Maestro Espiritual, o del sonido divino del Nombre del Señor; el ser humano se llena de felicidad y empieza a experimentar un gozo natural, que se expresa a través de muchas manifestaciones como signos espirituales de afecto, expresiones de aprecio y amor hacia Dios.
Así, cuando el alma entra en contacto con la dimensión Espiritual y Divina, se manifiestan síntomas de intensa emoción hacia Dios; la persona siente que está llena de alegría y concibe que por fin su vida se alivió al experimentar tal nivel de paz; siente, además, el deseo de expresar sus sentimientos en silencio, o en voz alta, cantando los Santos Nombres de Dios, orando o danzando.
El alma siente el deseo de danzar cuando entra en contacto con la Divinidad. En la danza el cuerpo expresa las emociones espirituales internas que el alma está sintiendo. Este es un proceso sagrado que no tiene límites; es imposible contenerlo y va en aumento. Es una aclamación de energía pura, es una expresión de felicidad del alma, es sentir a la Divinidad en nuestros corazones.
En el marco de la conexión Divina y de los efectos que trae la unión con la Divinidad, siempre van a expresarse emociones de carácter puro y sagrado. Estas emociones son naturales, no son impuestas, no vienen de nuestro ego, ni vienen de la mente; vienen de nuestro corazón, donde se sitúan un gran número de expresiones emotivas que nos permiten expresar nuestro afecto por el Señor.
La danza, junto con el canto, es la oración en movimiento y tiene una influencia poderosa ya que produce estados de éxtasis maravillosos. Nos encontramos, entonces, ante un gran descubrimiento: este cántico, esta oración en movimiento, provoca un gran estado de felicidad y disfrute absoluto, sin necesidad de usar drogas ni alcohol. Es en últimas un ritual espiritual, una danza trascendental, la música secreta del alma. Todas estas expresiones son descritas en una antigua Escritura que se conoce como “El Néctar de la Devoción”, en donde se indica precisamente cómo el cuerpo experimenta distintas dimensiones de éxtasis o alegría al sintonizarse con Dios.
Este proceso de cantar y bailar es la medicina recomendada para sanar del egoísmo a los corazones. Cuando danzamos pedimos la conexión con la Misericordia Divina; nos ofrecemos como instrumento del Amor Divino para poder ayudar a barrer el dolor del mundo y esto es una gran bendición. Nadie está excluido de este proceso; por eso, no sólo se canta en las escuelas o centros de meditación, sino también se realiza en las calles llevando la alegría a toda la gente.
El propósito del cántico y de la meditación es agradar a Dios, agradar a Krishna; y servir a las demás almas. La Cultura Védica, la Ciencia del Alma, como muchas otras tradiciones en las que se cantan los Nombres del Señor, es el Sendero del Amor, el camino de las emociones espirituales.
En la Cultura Védica hay dos sintonías de Amor en el contacto con el Señor: una se conoce como bhayam y se realiza a través de la meditación, cantando mantras con un rosario, conocido como yapas. Es la oración personal en la que el alma entra en contacto con el Santo Nombre y siente el deseo de expresar silenciosamente a la Divinidad sus agradecimientos por permitirle entrar en sintonía con la pureza de la vibración de Su Nombre.
La segunda conexión es a través del cántico de los Nombres de Dios que consiste en glorificar a Dios en grupo, entregando el Nombre Divino a las demás personas. Este cántico es un ritual en el que con mucha energía de Amor los participantes se organizan para el canto y la danza tocando diversos instrumentos como tambores y címbalos.
De igual manera; no sólo en la Cultura Védica, sino en las diferentes culturas espirituales, como en la tradición cristiana, vemos cómo se utiliza la danza para glorificar al Señor; por ejemplo, en “El Cantar de los Cantares”. La expresión de la Vida Espiritual de los indígenas de toda América, también está basada en gran medida en la danza ancestral. Esto nos demuestra una gran concordancia con la Cultura Védica, que nos enseña cómo la meditación en los Santos Nombres del Señor es el proceso más indicado para la Autorrealización en la era actual.
El siguiente texto es tomado del Sri Sri Nama vijaya bindu, que significa una gota de la glorificación del Divino Santo Nombre:
“…El cantar con el baile, da alegría a la Madre
Tierra; y al mecerse los devotos, con sus brazos en
alto, barren del svarga (universo) las ansiedades de
los devas (semidioses) ¡Gloria! ¡Todas las glorias a la
glorificación del Santo Nombre!”
Debemos danzar y Cantar los Nombres Divinos. Cantar y bailar, para glorificar a Dios.

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